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Ver todo los artículosHemos visto que la preparación previa resulta determinante para el éxito en el desarrollo de un Design Sprint. Luego, lo que deberemos hacer es controlar algunos factores para que nuestro DS continúe su marcha sobre ruedas. Revisemos estas recomendaciones útiles para realizar nuestro Sprint, antes y durante su desenvolvimiento:
En este documento definirás los desafíos de tu Sprint, metas principales y el entregable final, producto del trabajo en equipo. Así, el foco del DS estará claro para cada uno de quienes participen en él. Y asimismo, todos estarán apuntando en la misma dirección.
Este factor de que sean ‘testeables’ es crítico al evaluar el alcance que se logre con los desafíos planteados. Si el problema que buscas resolver escapa a criterios de medición, no es apto para ser evacuado en un Sprint.
Muchos de los beneficios de un DS se derivan de la interdisciplinariedad de sus participantes. Aquí caben UX designers, desarrolladores, product managers, investigadores, etc. Esta sana diversidad permitirá abordar el mismo problema desde diferentes ángulos, diferentes ópticas.
Aunque puede hacerse remoto, nada será igual a reunir a la gente de carne y hueso en un mismo espacio. Debe ser un ambiente que facilite las dinámicas de trabajo.
Con tableros blancos que viabilicen la graficación de mapas mentales, storyboards, sketches y demás, además de post-its a la mano. Los salones de conferencias no son los más apropiados para fomentar estos espacios de creatividad y cierto nivel de disrupción.
Éste será el doliente principal de toda la actividad en su conjunto. Su papel es crítico y fundamental para sacar adelante un Design Sprint. Es el responsable de generar la atmósfera de trabajo buena onda y productiva, con equipos de trabajo funcionando eficientemente.
Suena tentador querer definirla en el primer día, pero es mejor dejar de lado este tipo de pensamientos. Ese primer día es el que sentará las buenas bases para el resto de la semana, no te apresures. Además, contando con el trabajo en equipo, evitarán perder el tiempo, enfocándose en un camino que resulte erróneo.
Haz el ejercicio de viajar en el tiempo un año e imagínate cómo se verá tu producto en ese momento. También podrás detectar cuáles son los obstáculos que te impedirían llegar a esa meta que anhelas.
Invítalos a que compartan sus charlas con tu equipo de DS. Éstos pueden ser de diferentes departamentos o, incluso, externos. Háganles preguntas y por qué no, entrevístenlos. Sus aportes podrán mejorar la comprensión grupal del problema y mejorar considerablemente la solución propuesta.
Se debe llegar a que todos los miembros del equipo piensen en formular así sus respuestas: “Cómo podemos…”. De este modo, será más fácil consolidar y organizar las notas que se construyan, fruto del trabajo conjunto.
Cuando un miembro se separa antes de tiempo, la productividad del equipo sufre significativamente. Es como botar el trabajo hecho a la caneca. Prácticamente, toca recomenzar de cero.
Busca la manera de llevar un diario o sumario de lo que se lleva a cabo cada día. Te permitirá ir haciendo un balance y retrospectiva de lo que se va alcanzando en el DS. Y será una bitácora que te abrirá las puertas para mejorar diferentes aspectos en el futuro.
Asegúrate de que tu Sprint se haga en 4 ó 5 días que sean consecutivos. No importa si va de lunes a viernes o de miércoles a domingo. El moméntum que se logra con el correr de los días es un espiral ascendente que le imprimirá gran ritmo. Así, esta curva alta de rendimiento facilitará la consecución de tus metas.
El tiempo de tu DS está medido milimétricamente. De modo que no puede ser desperdiciado revisando whatsapps o correos electrónicos.
Es como un retiro espiritual. Sólo así conseguirán la concentración y fluidez necesarias. Podrían destinarse unos tiempos específicos para esta actividad, durante las pausas que se establezcan.
Esta alternativa funciona muy bien cuando necesitas agilizar la fase de bocetar soluciones frente a un problema. Cada miembro del equipo toma la idea que más le mola y en 8 minutos explora 8 variaciones sobre ésta. Al final, tendrás un amplio stock del cual podrás escoger.
Éste no deber ser muy complicado, y debe prestarse para una interacción simple y directa con el usuario. Para generarlo, básate en las herramientas o programas que utilizas con más frecuencia en tu desempeño diario.
Asegúrate igualmente de involucrar adecuadamente a los miembros de tu equipo. Que cada uno sienta que tiene una responsabilidad y un papel relevante que cumplir en su puesta en marcha.
Asimismo, realiza pruebas previamente, que te permitan detectar y limitar el margen de error en su funcionamiento.
Lo más recomendable es que sean entrevistas uno a uno; y en series que sean ojalá de a 5 personas. Debes lograr también que cada miembro del equipo tenga acceso a cada entrevista. Esto no significa que deban estar presentes en ese momento, pero sí que puedan acceder a una transcripción de ésta.
Al final del Design Sprint, traza un plan posterior con tu equipo. Éste te ayudará a entender cuál será la siguiente fase en el desarrollo de tu producto.
Damos vida a nuevos productos y perfeccionamos los existentes a través de una estrecha colaboración con nuestros clientes, empleando el Design Sprint como nuestra herramienta principal. En tan solo una semana, logramos avances significativos que superan meses de enfoques convencionales en el progreso de proyectos
Al validar tus conceptos de forma temprana, reducirás el riesgo de perder tiempo y dinero en proyectos equivocados. Para construir conceptos a prueba de errores, comienza con un Sprint.
RESÉRVALO YA!