5 factores que darán a tu Design Sprint el dinamismo que necesita

Cuando te lanzas a hacer un Design Sprint, bien sea por primera o por centésima vez, sabrás que es duro. ¿Por qué? Porque cada Design Sprint es una experiencia radicalmente diferente.

Con ella podrás resolver inquietudes definitivas sobre tu modelo de negocio, o hacer direccionamiento estratégico de producto. O perfilar la cultura de corporativa de trabajo en equipo de tu organización, entre otros múltiples beneficios.

Y serán de gran utilidad para ti herramientas como The Sprint Book, de Jake Knapp, padre del DS. O el site de Google Ventures, así como su Sprint Kit, que ofrecen muchos recursos y materiales de gran provecho.

Ahora revisemos estos 5 tips que harán que tu Design Sprint verdaderamente haga la diferencia:

1. La primera pregunta es: ¿Necesito realmente hacer un Design Sprint?

El Design Sprint es muy popular en diferentes países y puede resolver infinidad de problemas de tu negocio o empresa. Pero resulta especialmente efectivo para aquellos que lucen más complejos, enredados, abstrusos, densos, difíciles de coger por los cuernos.

Es allí donde el Design Sprint puede mostrar todo su potencial como definidor de las soluciones de fondo. En cambio, si ya tienes clara tu hoja de ruta, quizá el Design Sprint no sea el camino correcto por ahora.

Ejemplo: si tu problema es “Cómo hacer un mejor newsletter para clientes existentes, incrementando su lealtad a la marca”. Aquí probablemente no requieras un Sprint si ya tienes presente que para una mejor fidelización, necesitas un mejor newsletter.

Solo tendrías que seguir el camino que adelantas normalmente para llevar a cabo un buen desarrollo de producto. Puedes incluso prototipar un rediseño de tu newsletter y hasta testear su impacto con diversos usuarios. Pero no tienes que parar a tus cabezas varios días para embarcarte en una operación tan compleja como un Design Sprint.

Así, definitivamente hay asuntos que puedes despejarlos con un workshop de máximo 1 día o talleres específicos de unas horas.

2. Enfócate en el QUÉ y en el QUIÉN

Cuando eres facilitador de un Sprint, suele pasar que te detienes demasiado en el CÓMO. Es decir, en los detalles de la logística del evento. ¿Cuál va a ser el salón? ¿Cuáles las actividades del día? Etc.

Detente. Lo mejor es que enfiles tus fuerzas hacia el Qué, o Cuáles; y el Quiénes.

O sea, aquella cuestión densa e inasible del comienzo debes descomponerla en preguntas concretas. Ejemplo: Tienes este planteamiento: ¿Cómo reducir los niveles de desperdicio en la ciudad de Nueva York?

Entonces pregúntate algo como: ¿Quiénes son esos usuarios? ¿Cuáles son sus características? ¿Cuál es la fortaleza de mi producto? ¿Cuáles son sus limitaciones?

Aquí comenzarás un proceso de recopilar información valiosa dentro y fuera de tu organización.

Y podrías llegar entonces a un planteamiento más refinado:

¿Cómo crear una solución digital para las cadenas de comida rápida de NY que optimice sus desperdicios, generándoles ganancias?

El que hace las preguntas es quien tiene el poder. Y esto de saber plantearlas puede llegar a ser demasiado determinante. Hemos visto casos en que se pierde todo el trabajo en equipo de la semana de un DS. ¿Por qué? Por qué la junta directiva de la empresa no supo acerca de la pregunta orientadora y la desaprobó a posteriori.

3. Tu mantra: INVESTIGAR

Debes estar midiendo e investigando constantemente las reacciones de quienes consumen tu producto. Y aquí la recomendación es forjar prototipos rápidos, de menor fidelidad, que permitan ir monitoreando la interacción de tus usuarios.

Es mejor ir probando bocetos en papel con diversas personas, que tener un prototipo super avanzado que nadie ha validado. Trabajar de esta manera siempre será más efectivo. Así optimizarás el uso del tiempo y tus recursos disponibles. Y limitarás eventuales pérdidas de esfuerzos colectivos y dinero.

4. Encuentra un PARTNER

Ser facilitador es una tarea dura y de gran responsabilidad. Por eso, para no reventarte en esa semana es de gran ayuda que identifiques un partner dentro del equipo. Alguien que te apoyará para aliviar esa carga. Que te ayudará a sopesar ideas y a mantener la conexión con el grupo.

Si no has trabajado con ellos, él facilitará ese acercamiento para que tu Sprint fluya sobre ruedas. En caso de que ya exista confianza con el equipo, te ayudará a mantener el foco en la meta final. O te puede auxiliar para controlar los tiempos, y así, mantener las riendas de la actividad.

5. No te obsesiones demasiado con el resultado final

El resultado de un Design Sprint no necesariamente es un producto terminado, sino más bien un nuevo punto de partida. Lo que sucederá al final es que trazarás con claridad una o dos salidas viables al problema que tienes.

Es decir, no pienses que tendrás el último día el prototipo infalible, a prueba de cualquier error o duda. En últimas, lo que te dará el Design Sprint es una mejor comprensión y capacidad de enfrentar ese problema. Todo esto, reforzado con una mejor alineación con tu equipo, sumado al feedback de tus usuarios en tiempo real.

Bonus Track: No lo pierdas de vista: Gózate tu Design Sprint!

Esto hay que incluirlo dentro de la agenda, ya que sacar adelante un Design Sprint puede ser una tarea supremamente estresante. Es un espacio destinado a la creatividad y para que ésta fluya, sus participantes deben estar relajados y divertirse.

Aquí hay unos pequeños consejos que te pueden servir:

·  Decora el salón. Utiliza imágenes alusivas agradables y vivas de tu producto; o que sean estimulantes y motiven a tus participantes.

·  Los breaks son una oportunidad. Consiéntelos. Ténles pasabocas ricos como donuts o dulces para alegrarles sus descansos.

· ¿Qué tal una comida, así sea sencilla, al cierre del evento?

A disfrutar de tu Design Sprint :)


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